domingo, enero 27

Carnaval

Hoy, por fin, me siento libre. Puedo ser el mendigo que ignoro en el metro o el banquero que me roba el salario. Puedo convertirme en el pirata errante que siempre quise o envidiar al que cuenta las horas sentado en un banco al sol. Mis manos pueden saludar al público que aclama o confundirme entre la masa para aplaudir al ídolo. Nada me impide suspirar como amante o rendirme amado. Policía, limpiador, bombero, bailarina, torero, médico o astronauta. Sí, soy libre para elegir personaje e inventarme su vida, imaginar sus percances o soñar sus ventajas. Por fin puedo dejar de desear y sentir bajo mi piel los mismos escalofríos que cualquier otro. Y si entre todos esos personajes no encontrase al deseado, también podría ponerme la piel de uno nuevo que reuniese lo mejor y lo peor de todos ellos. Sí, hoy por fin, me siento libre: tengo delante un papel en blanco.
Fernando Galán

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