lunes, mayo 31

Día del libro

Ya puedes hacerte una idea de como transcurrió la celebración del Día del Libro 2010 viendo las fotografías que tomamos durante la representación de una misión pedagógica en la que explicamos como eran aquellas misiones que tenían lugar durante la II República con el objeto de alfabetizar a los habitantes de los pueblos pequeños. Nuestros compañeros se disfrazaron de "pueblerinos" y de profesores e impartieron clases magistrales de historia, geografía, y matemáticas para finalizar con un dictado de un soneto casi desconocido de Miguel Hernández.

lunes, mayo 24

Éxito de nuestro quinto viaje literario


Con los pies reventados de la caminata y entusiasmados por la jornada terminaron los cerca de cuarenta participantes que asistieron a la quinta edición de "Un libro, un viaje" que en esta ocasión tenía como destino las calles de Madrid para poner rostro a los ambientes descritos en la magnífica novela de Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta.
El día comenzó conociendo la biografía de Galdós frente a la pensión donde vivió a su llegada a Madrid para continuar el recorrido por la Plaza Mayor, Calle de Toledo, Mira el Río, y otras muchas del centro donde se leyeron los pasajes de la novela correspondientes a los lugares visitados. Tras degustar un típico cocido madrileño en una no menos típica casa de comidas, el grupo se desplazó hacia el segundo de los escenarios de la novela, el barrio de Chamberí, un pastizal a mediados del siglo XIX (época en que transcurre la novela), totalmente transformado en la actualidad. Finalizaron los actos en las calles de Lavapiés, donde termina la historia, con una tertulia en un café en torno a esta genial obra clave de la literatura.

lunes, mayo 17

Un libro, un viaje: Fortunata y Jacinta, Madrid

El próximo domingo 23 de mayo tendrá lugar nuestra actividad anual: Un libro un viaje que en esta ocasión tiene como protagonistas la magnífica novela de Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta y los escenarios por donde trascurre la acción: Madrid. La actividad se iniciará a primera hora de la mañana en la casa donde vivió D. Benito cuando llegó a Madrid para continuar recorriendo las calles que se describen en el primer capítulo de la novela, la mayoría de ellas en torno a la Plaza Mayor. En los puntos más emblemáticos se leerán pasajes de la novela para situarnos y visualizar los escenarios que magistralmente describía Galdós. Tras comer un cocido madrileño en una taberna de la zona visitaremos un café típico como los descritos en la novela y allí iniciaremos la primera tertulia del día.
Ya a la tarde nos desplazaremos en metro hasta el barrio de Chamberí, segundo de los escenarios galdosianos, para comprobar como ha cambiado el barrio desde finales del siglo XIX hasta este momento.
Finalizaremos la jornada en las calles de Lavapiés, donde se desarrolla la última parte de la novela, con un debate sobre lo leído y visitado.
La organización no cobrará absolutamente nada por la actividad y el único coste será el de los transportes, el cocido (en torno a los quince euros) y los cafés.
Si te das prisa aún te puedes apuntar telefoneando inmediatamente a nuestro teléfono: 622068755.

domingo, febrero 21

Un libro, un viaje: Fortunata y Jacinta, Madrid

Ya tenemos tema y fecha previstos para la realización de uno de nuestros proyectos más ambiciosos: Un libro, un viaje. Se trata de localizar las calles y casa de Madrid en las que transcurre la fabulosa novela de Galdós, Fortunata y Jacinta. El día previsto para la actividad será el domingo 23 de mayo. Aún falta mucho por definir pero si estás interesado ya puedes escribirnos para apuntarte en la lista.

Día del libro

Como en años anteriores, Literactúa ha aceptado la invitación de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Rivas para participar en los actos conmemorativos del Día del Libro que tendrán lugar el 23 de abril y que este año tiene como tema central Miguel Hernández. Nuestra aportación consistirá en reproducir una sesión de las “Misiones pedagógicas” el proyecto educativo creado en el seno del Museo Pedagógico Nacional y la Segunda República Española e inspirado en la filosofía de la Institución Libre de Enseñanza.

lunes, enero 11

Los sábados de "El Cafelito"

Con la intención de disfrutar entre amigos y, de paso, dar a conocer nuestras creaciones, desde hace unas semanas estamos organizando "Los sábados de El Cafelito" gracias a la fantástica colaboración de los propietarios de esta sala de Rivas.
La iniciativa consiste en dar lectura dramática a los textos que previamente hemos presentado en nuestros encuentros mensuales. De momento no se ha establecido una periodicidad pero sí la hora de encuentro que suele ser las diez de la noche.
Hasta ahora han leído sus cuentos Fernando, Gloria y Jesús, siempre acompañados de la fabulosa y desinteresada parcipación de César Gómez.
Así que ya sabes, si quieres disfrutar de una velada cuentera, pásate los sábados por la noche por "El Cafelito" (Calle Dalia, Rivas).

viernes, abril 24

Día del libro

Un año más, Literactúa quiso unirse a los actos organizados por la Concejalía de Cultura de Rivas Vaciamadrid para celebrar el Día del Libro junto a otras Asociaciones Culturales del Municipio en lo que resultó ser un precioso acto completo y variado. En él no sólo se rindió homenaje a las palabras sino también a los autores (Edgar Alan Poe, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares) y, además, a la música de Albéniz.
En esta ocasión decidimos continuar el viaje emprendido en septiembre de 2008 con motivo del III Foro Mundial de las Migraciones y para ello expusimos en las paredes del Centro Cultural Federico García Lorca las postales que en aquel momento escribieron los participantes en la actividad "Palabras Migrantes" y regalar a todos los asistentes un cuadernillo con los relatos escritos por los miembros de Literactúa a partir de esas mismas postales.
El broche de oro a nuestra intervención lo puso la proyección de un vídeo realizado a partir de las frases escritas sobre la arena por quienes se acercaron a participar en la jincana literaria. Ese precioso vídeo que, además contiene palabras de Borges y música de Albéniz, lo puedes ver aquí.


Aquí puedes ver alguna de las fotografías de la exposición:


Aquí puedes leer los textos creados a partir de las postales:
Primeras palabras (migrantes)

lunes, marzo 9

Libros

Nueva entrega de nuestra sección creativa. En este caso se trata de la aportación de Marga González Palacios sobre la propuesta de "Los Pecados Capitales" con su manera de entender la ira.

Llegaba del trabajo y entró en casa utilizando las llaves, en lugar de llamar al timbre. No supo bien por qué pero le pareció que el silencio era excesivo, masticable incluso.
— ¿Hay alguien en casa? ─ preguntó, sabiendo que por las horas, era justo la de la comida, su madre debería estar. Pero no hubo respuesta. Se dirigió derecha a la cocina y allí se la encontró, de espaldas a la puerta y moviendo lentamente la cuchara de madera dentro del puchero.
—Estás aquí. ¿No me oíste?— Beatriz hizo la pregunta por hacer. Sabía que muchas veces su madre se comportaba así. Parecía desconectarse de todo.
—Sí te he oído. ─ La madre se volvió y a ella no le gustó el gesto que encontró en su cara. No sabía definir bien si era ira o rabia o resentimiento, pero la emoción que contenía aquella mueca le causó inquietud.
—Pareces disgustada ─ Beatriz trató de ser suave en la apreciación. Su madre era una persona de poca paciencia y los nervios a veces la llevaban a situaciones muy peligrosas.
La vio dejar de mover lo que tuviera el recipiente, bajar el fuego y dirigirse hacia ella.
— ¿Y a ti qué es lo que te pasa, es que no te parece que tienes ya suficientes libros?
Beatriz retrocedió, sorprendida por el tono de la voz y por la pregunta. No tenía ni idea de qué le estaba hablando.
—Pero, ¿qué dices, de qué libros hablas?
—Ven y lo verás. ─ salió de la cocina hacia la habitación de Beatriz. Ella la siguió. Nada más abrir la puerta, vio una caja de cartón, con la tapa rota, que dejaba ver algunos libros en su interior.
—Esto lo han traído esta mañana. Y venía a tu nombre.
En ese momento Beatriz recordó lo que era. Hacía un mes había encargado una colección de libros. Su gran pasión era la lectura. A través de las páginas de cada uno de ellos vivía las vidas de los demás. De esa manera escapaba de la suya propia.
—Lo había olvidado. Pero, ¿por qué te enfadas?
—Porque estoy harta. Me tienes la casa llena de libros. ¿Para qué quieres tantos? Esto es un dineral.
Beatriz tragó saliva.
—Hay sitio donde ponerlos y además, sabes que los pago yo. Trabajo y puedo comprarlos. Es en lo único que gasto dinero. ¿Qué más te da?
—Pues me importa. ¿Quién tiene que limpiarlos y volveros a colocar?
—Pero si yo limpio y coloco mi habitación. Esto a ti no te causa ninguna molestia.
— ¿Es qué te estás riendo de mi? Hay libros por todas partes, no solo en tu habitación. Y no sé para qué, tú trabajas y ya no tienes tiempo. Sólo te gusta comprarlos para fastidiarme.

Beatriz tomó aire despacio. Tenía que controlarse, porque si seguía porfiando con ella, aquello iba a acabar muy mal. Y tenía miedo de aquellos finales. Debía ser paciente y no poner la maquinaria en marcha.

—Está bien mamá, no te preocupes, no compraré más libros — bajó la voz y dándose la vuelta se dejó caer sobre la cama.
— ¿Y te quedas tan tranquila, no?— siguió increpándola. No parecía tener ganas de terminar.
— ¿Qué es lo que quieres?, ya te he dicho que no voy a comprar más libros.
— ¿Qué quiero, dices? Lo que quiero es que ésto — llena de furia dio una fuerte patada a la caja de cartón─ salga ahora mismo de esta casa.

Beatriz siguió sentada sobre la cama, la miró y recordó, recordó cuántas veces a lo largo de su vida la había visto así. Casi cada día. Por cosas insignificantes o por cosas importantes, daba igual. Así empezaba y ella se retraía, se callaba, por miedo a sus palabras llenas de violencia. Por miedo a que, al final, la agrediera también con sus manos. Intentó seguir serena, esperar a ver si pasaba la tormenta.
—No puedo devolverlos. Ya firmé unos papeles para pagarlos en seis meses. Te juro que serán los últimos libros que yo traiga.
—Ni hablar, he dicho que te los llevas y te los llevas.
A fuerza de patadas desplazó la caja hasta la puerta. Los ojos despedían una ira intensa, el gesto contraído y todo su ímpetu empujando aquellos libros, como si pretendiera hacerlos desaparecer. Beatriz volvió a las imágenes de su infancia, cuando la amenazaba con cualquier objeto y ella se quedaba quieta, muy quieta, porque sabía que si se movía un solo centímetro aquel objeto lo esgrimiría contra ella. Se veía pequeña, muy pequeña. Pero, de repente, despertó. Ya no era pequeña, no tenía siete años, ni doce. Era una persona adulta. Aquella mujer ya no podría doblegarla, no podría agredirla, ella era fuerte y sabía defenderse. Tuvo la certeza de haber crecido y de que no iba a permitir ni un solo daño más. Se levantó de la cama y fue hacia su madre.
—Deja de dar patadas a la caja. No me los voy a llevar a ninguna parte. —Habló con tranquilidad, se sintió más alta. Por primera vez no quería hacerse invisible.
— ¿Quién te has creído que eres? — Al tiempo que le hacía la pregunta levantó la mano derecha en dirección a su mejilla. La de Beatriz se interpuso en su camino al detenerla por la muñeca.
Ambas se miraron, los ojos de su madre eran dos fieras enardecidas que parecían querer devorarla. Su boca tan solo una curva deforme. Beatriz, en silencio, siguió sujetando su mirada y su muñeca. Al fin, la madre bajó los ojos y aflojó la tensión de la mano. Beatriz la soltó.—Haz lo que quieras ─ dijo en voz baja antes de salir de la habitación.


Marga González Palacios